Un hombre y su pareja paseaban en bicicleta por un campo de Polonia, pero notaron algo raro, era la cabeza de un pequeño perro que estaba en una zanja y solo ‘medio’ podía asomarse.
«Mi esposa dijo ‘oh un perro’. Y nos detuvimos a ver» pero el perro inmediatamente se escondió en la cañería moviéndose de extraña manera.
«Corría como torpe. Su espalda encorvada, sus piernas traseras temblaban y no tocaban el suelo. No sé cómo describirlo porque jamás había visto algo así»
Pero Łukasz Muniowski y su esposa Natalia estaban decididos ayudar al pequeño Bobby, así que dejaron las bicicletas y siguieron el camino de la cañería para ver a donde los llevaría el perro.
«En un lado estaba bloqueada por una enorme roca. Comenzamos a cavar por debajo de esta mientras Natalia ponía atención a que el perro no avanzara a otro lado. Bobby comenzó a gruñir, pero no era de miedo. Cuando por fin pude mover la roca y puse mis manos ahí… me olfateó y puso sus patas sobre mis manos».
Luego de unos minutos Muniowski ya se había ganado la confianza de Bobby y lo tomó sosteniéndolo en brazo. Ese mismo dia fue llevado a su casa y después a donde el veterinario que revisaría en que condiciones se encontraba. Ella estaba muy descuidada, sucia, delgada, pero la mayor preocupación eran sus patas que parecían estar rotas, una de sus patas parecía estar colgando de un hilo.
El veterinario comentó a la familia que tal vez fue atropellada e intentando huir habría quedado atrapada en esa zanja, sus cortes eran tan graves que no podían imaginar que tipo de vida habría tenido antes.
«Nos sugirió sacrificarla, porque no tenía sentido hacerla sufrir si además no tenía un hogar. Decidimos adoptarla, sabíamos que la queríamos».
Este veterinario les dijo que era un riesgo operarla, así que decidieron llevarla a otro veterinario cerca de su casa que estuvo dispuesto ayudarles. En la operación se tuvo que amputar una pata pero la otra logró salvarse.
Ellos eran conscientes que tal ves no podría caminar de nuevo, pero en un paseo salió a correr y de nuevo se le veía muy feliz.
También creó un vinculo con la perrita que la pareja había rescatado antes; Leon.
«Le encanta molestarlo. Leon es puro corazón, nada de mente. Hace lo que sea por ella, lo que significa que si a ella no le agrada una persona u otro perro, le avisa y él les ladra».
Esta es la vida de esta pequeña que tanto padeció. A pesar de que esta historia es del año 2015, aún sigue causando mucha esperanza.