Gran parte de la costa oriental australiana fue devastada por los incendios, afortunadamente esta se vió beneficiada por lluvias que no se veían desde hace 20 años.
Los aguaceros que se presentaron fueron capaces de apagar algunos incendios y trajeron gran alivio a miles de animales, agricultores y granjeros que fueron gravemente afectados por la sequía.
A pesar de que los grandes chubascos trajeron algunos riesgos de inundaciones y deslizamientos de tierra, la población en general se encontraba contenta de ver como las lluvias eran capaces de apagar los incendios.
“Hay muchas sonrisas en el lugar”, señaló a los periodistas en Sídney el comisionado del Servicio de Bomberos Rurales de NSW (RFS), Shane Fitzsimmons, que en las últimas semanas ha tenido que emitir numerosas órdenes de evacuación por los incendios. “La lluvia es buena para los negocios y las granjas, y también es muy buena para apagar algunos de estos incendios con los que hemos estado lidiando por muchos, muchos meses”, añadió Fitzsimmons.
Las lluvias tuvieron un efecto positivo en el país, logrando apagar un total de 20 incendios que se encontraban activos en Nueva Gales del Sur.
Rainfall since 9am yesterday.https://t.co/9w82CToBbm
— Bureau of Meteorology, New South Wales (@BOM_NSW) February 6, 2020
Byron Bay at the top with 281mm as of 8am Friday. pic.twitter.com/uBy1yDf5qg