La naturaleza presenta un repelente muy económico y natural.
En el mundo se piensa que existe un uso desmedido de agentes químicos contaminantes y degradantes de la tierra. Ahora bien, en el uso doméstico puede existir una opción natural y de menos efecto para el ambiente.
Por milenios se ha reconocido que existen plantas que con su aroma alejan a insectos como las cucarachas. Este insecto de mala reputación aunque cumple un papel en el ecosistema necesario, no es bien visto en las casas particulares. A continuación un listado de las más conocidas.
Albahaca: Se recomienda colocar las ramitas alrededor de la casa. Esta planta de múltiples utilidades culinarias evita que la presencia de este insecto prolifere. Su aroma ahuyenta a las cucarachas y otros insectos.

Lavanda: Las propiedades de este tipo de planta son muy variadas. Por lo que sembrar esta planta alrededor del hogar puede marcar una diferencia en la incidencia de los carroñeros indeseables.

Romero: Es una planta que se busca desde principios de la humanidad por sus múltiples propiedades. Una de ellas es la de repelente natural que al colocarse cerca de las ventanas y coladeras evitan la proliferación de las cucarachas.

Laurel: Aparte de las propiedades «místicas» que se le han atribuido por años, también se puede utilizar para que las cucarachas reduzcan su producción en cualquier espacio, especialmente en el baño, sala y las recamaras.

Citronela: Sin duda, es una de las más difíciles de cultivar, por lo que hay que asegurarse de contar con suficiente agua y sol en la ubicación escogida. Contando con estos elementos se potencia su eficacia.

Así como existen plantas con estas características, conviene también decir que puede existir un tipo de vegetación que puede incentivar la presencia de insectos en los jardines. Algunos de estos, son depredadores de cucarachas.
También queda por probarse la efectividad de algunas plantas cuando se siembran en ubicaciones diferentes a las ya conocidas. Todo esto permite pensar que si existiesen planteamientos donde se incremente la producción de insecticidas naturales, quizá habrían menos de estos insectos merodeando en las ciudades.