La idea ecológica es llevada a cabo por un ingeniero industrial enseñado por un experto forestal.
Cuando Sharma estaba en la plenitud de su carrera, iba a tener un encuentro que le cambiaría la percepción de la vida. El ingeniero industrial estaba trabajando en una exitosa compañía automotriz japonesa, cuando conoció a Akira Miyawaki, un experto forestal.
Al profesional ecológico lo habían contratado para plantar un bosque con una metodología interesante. La idea era que los ejemplares crecieran más rápido de lo normal. Hacer algo que cambiara los conceptos conocidos terminó por convencer a Sharma.
El reconocido ingeniero como una forma de pasantía, decidió implementar el método de Miyawaki en la parte posterior de su casa. Al poco tiempo de comenzar se empezaron a observar los resultados en su propio hogar, lo que lo terminó de convencer de hacer algo que marcara la diferencia.
Existe una cifra que para Sharma resultaba ser muy irracional. Se piensa que por cada sesenta segundos que pasan se pierden lo equivalente a 36 campos de futbol de bosque verde. En el mismo lapso de tiempo se fabrican 114 automóviles.
El asunto que más preocupa es que sin árboles en el planeta, la vida sería insostenible por no decir que imposible, pero la humanidad vivió por muchos siglos sin automóviles. Para Sharma las matemáticas eran simples, había que plantar más bosques y producir menos coches.
Fiel a la técnica japonesa, los bosques conseguidos se perciben en un espacio relativamente pequeño. El modelo que incentivó Miyawaki permite que los mini bosques tengan la capacidad de crecer 10 veces más rápido, que los sembrados por el método tradicional.
Los bosques poseen una mayor biodiversidad y se presentan de una manera completamente orgánica. Esto ayuda a mejorar la absorción del suelo, y no se necesita mucho espacio para que se incentive a las poblaciones de aves y mejore la calidad del aire.
Un bosque de 300 árboles no necesita mucho espacio. Los gastos relativos a este pequeño espacio no superarían el gasto relativo al precio de un móvil cuyo signo es la manzana. Por lo que la rentabilidad está garantizada.
Sharma también participa en la faceta de enseñanza a los nuevos ecologistas. Fundó una empresa que provee instrucciones relativas a la plantación del propio bosque. Con el uso de tecnologías afines ofrece atención en línea y un sistema de GPS que monitorea la plantación escogida.
El ecologista ha participado en la creación de 17 bosques naturales en cinco ciudades de la India. Gracias a su empresa hoy en día se cuenta con más de 100.000 pies cuadrados de bosque verde logrados con el método japones. Cada día se anexan a esta iniciativa cientos de ecologistas que hacen por su propia iniciativa, un pequeño santuario verde en las inmediaciones de sus hogares.