El objetivo es ponerlos atractivos para una posible adopción.
En el mundo existen muchos animales en condición de calle que no tiene posibilidad alguna de ser recibidos en un hogar que les brinde los cuidados necesarios. Algunos solo tendrán como destino, la pérdida de la vida en la intemperie mientras su cuerpo se degrada de forma natural formando parte de otras formas de vida.
Pensando en eso, un niño de tan solo 11 años basándose en una actividad comercial, se dedica a mejorar el aspecto de algunos caninos para que alguien pueda adoptarlo. En el mercado laboral, la mercancía se vende si nada más se muestra de una forma que agrade. Lo mismo con los perros de la calle que están en su pueblo.

El emprendedor de esta novedosa idea se llama Thiago y a su proyecto lo llamó “Sou de rua mas to limpinho” y en español significa «Soy vagabundo, pero estoy limpio». Hasta la fecha Thiago ha logrado bañar a más de 47 perros sin hogar y no está dispuesto a parar hasta ayudarlos a todos.

Al tener conocimiento del proyecto de Thiago, algunas empresas han decidido colaborar con él. Le han donado detergentes y medicamentos para los caninos. Es una labor que enamora a muchos sectores lo que permite pensar que “Sou de rua mas to limpinho” puede prevalecer en el tiempo.


Desde que Thiago está haciendo eso, en las calles de su pueblo Antonio Prado existen menos perros en condiciones desfavorecidas. Algunos ya están en el proyecto antes mencionado. Lo que para algunas personas es un simple baño, para estos animales es la posibilidad de ingresar a un lugar de mejor condición de vida.

Como Thiago se encuentra en una edad donde es natural empezar a tomar decisiones, el niño tomo la determinación de ser vegetariano. Su amor por los animales crece cada día más. Sin duda un ejemplo para las generaciones presentes.

Toda la aventura de Thiago está en su perfil de Instagram, donde con la ayuda de su familia, obtiene las mejores poses con los futuros candidatos de la adopción.

«La idea del proyecto nació a finales de 2020. También es su idea, donde pretende bañar a los perros callejeros, decorarlos, perfumarlos.» mencionó el padre de Thiago quien responde al nombre de Eduardo.

Algunos comentarios positivos permiten pensar que otras personas pueden incorporarse a esta labor, que comenzó quizás como un juego y que poco a poco viene tomandose el corazón de los habitantes de Antonio Prado.