Tres hermosos caninos buscan hogar a pesar de su buen carácter.
La directora del refugio Humane Society of Northwest Louisiana Courtney Wingate se topó con tres cachorros que se encontraban en una perrera. Sin pensarlo dos veces, la profesional encargada de los animales abandonados y contactó a una trabajadora del centro llamada Sara Walton para realizar el procedimiento acostumbrado en este tipo de casos.
Los cachorros tenían un carácter afable y se manifestaban como curiosos. Típico en los caninos con 8 semanas de edad, jugueteaban entre ellos, pero dejaban de buscar la atención de sus nuevos cuidadores. Walton empezó a realizar la acostumbrada evaluación física de los nuevos candidatos para una futura adopción.
Una vez en el refugio, los trabajadores decidieron en ponerles un nombre provisional a los tres cachorros. Joe, Burreaux y O, fueron los nombres escogidos en honor a unos jugadores de futbol americano. Los exámenes preliminares de los caninos resultaron muy positivos.
Pasaron algunos días cuando Burreaux presentó problemas físicos. Al parecer era un problema en el aparato digestivo que no era de consideración importante. Al recuperarse volvió al centro, pero con un detalle diferente, algo en su personalidad había cambiado.
Resulta que cuando Burreaux volvió al centro de rescate, Courtney comenzó a notar que cada vez que alguien se acercaba a él y le hablaba, él le mostraba sus dientes como si se tratara de una sonrisa. El singular comportamiento se ha mantenido en el tiempo.
Es que cada vez que le estás hablando muy dulce… él consigue esta sonrisa como si quisiera algo. Es como si te estuviera diciendo: Ven a acariciarme, ven a amarme«, mencionó Courtney refiriéndose a Burreax a un medio de comunicación social. Sarrah expresó al mismo medio lo siguiente: «Toda la camada era amable y dulce y les gusta jugar. Burreax y su hermana también están empezando a aprender a buscar la pelota».
Afortunadamente, el pequeño ‘sonrisas’ fue adoptado por un hogar en el que nunca le faltará alimento, caricias y mucho amor.
