Un labrador de 11 años acompañó hasta el fin a su mejor amigo.
Daniel Hove era un servidor público, que decidió utilizar sus años de retiro mil¡t4r para trabajar como Jefe de Bomberos de Burnsville, Minnesota Estados Unidos. Este hombre de fuertes emociones, pasó muchas experiencias en la vida que le dejaron algunas secuelas mentales de consideración.
Muchas de estas marcas son muy difíciles de subsanar. Quizás estas fueron las razones de padecer un afectamiento a su salud que al final acabaría por quitarle la vida.
Afectamiento serio de páncreas era el diagnóstico que se le dio al patriota, que no había librado una disputa tan difícil como la ya mencionada. Por lo que el hombre decidió dejarse ayudar por un labrador de carácter afable y que le servía de terapia.

Heather Nicoletti es la hija del señor y quien pudo apreciar los momentos que los mejores amigos tuvieron en vida. «Fueron los mejores amigos hasta el final. Iban juntos a todas partes» mencionaba Heather con el corazón en la mano.
La historia no es la única que coloca a un canino como un animal de terapia. La ciencia apoya la utilización de estos seres especiales para tratar de sobrellevar los cambios psicológicos y marcas negativas que tiene una persona. Pero lo que puede ser un tanto singular, es el nivel de acercamiento que pueden presentar estas mascotas.
Gunner es el nombre del labrador que se enamoró perdidamente de su dueño. Hove le correspondió de una forma especial hasta el punto que era el único que lo acompañara en las terapias. Al parecer los dos amigos se complementaron, a pesar de tener deficiencias.

«Siempre pensé qué sería más negativo para Gunner, si ponerlo a dormir para terminar con su afectamiento, o que tenga que sentir la muerte de papá. Sabíamos que se irían juntos, pero nunca que apenas por horas de diferencia», recordó la hija de Hove cuando veía la pérdida de su padre como inminente.

Este reconocido señor jamás pensó que sus últimos momentos de vida iba a contar con un amigo tan especial. Las caricias infligidas por este canino eran un aliciente en medio de esta vida tan gris.
Cuando el afectamiento a la salud empezó a afectar de una manera de consideración, Hove tuvo que pasar mucho tiempo en cama, situación que no le impidió al canino estar cerca de su dueño. Tanto así que se instaló una camita para que el perro descansara.

Los que tuvieron la oportunidad de observar a Gunner al lado de Hove no dejaron de asombrarse. El canino parecía que su unico objetivo era cuidar a su amado dueño. Heather mencionó: «Cuando mi papá se agitaba, el perro se agitaba; cuando mi papá estaba inquieto, el perro estaba inquieto; mi papá no respondió, el perro no respondió».
Momentos antes de perder la vida Hove, el labrador empezó a inquietarse presintiendo lo que se avecinaba. De una forma sorprendente el perro se quedó dormido y aproximadamente una hora después expiró. Los familiares no lo podían creer.

Fue muy adecuado que estos dos mejores amigos partieran el mismo día. Esta historia tiene un matiz de lealtad y de compromiso hasta el punto de hacerse falta uno del otro.
Hove no tuvo que despedir a su amigo. Simplemente, se quedó dormido y al que le tocó vivir por sesenta minutos de sentimiento fue al labrador.»Gunner no podría estar sin mi papá. Creo que eligió marcharse junto a él».