Sus dueños habían colocado volantes con su fotografía en toda la ciudad.
Un perro dejado a su suerte o perdido, puede asustarse con facilidad. Algunos pueden correr si se le acerca una persona, colocándoles en una posición difícil. Otros se dejan amparar por bondadosos seres humanos que le brindan abrigo y protección.
Como un ejemplo de esta singular reacción, es lo que ocurrió cuando una joven vio a una perrita en plena calle. Aunque no la había visto antes, con su comportamiento le decía que la siguiera. Ante esa petición constante y silente, la mujer accedió para recibir una sorpresa.


Resulta que por toda la ciudad se encontraba el rostro de esta canina tan inteligente. Era como si dijera: «Llama por favor a mis padres». Sin pensarlos dos veces la mujer marcó ese número y se cercioró que se tratara de la misma canina. Y así fue.

Las ocurrencias fueron subidas por un usuario de las redes sociales generaron varias opiniones. Algunos les sorprendía la inteligencia de la perra. Según las estadísticas 1 de cada 3 mascotas se extravían en algún momento de la vida.

“Nos encontró y nosotras a sus dueños“, dijo la joven. Para algunos, el perro se dejó llevar por su sentido agudo del olfato y percibió que esos volantes habían sido dejados por sus antiguos dueños. Hasta el momento se entiende que este sentido está muy desarrollado en estos seres vivos.

Las investigaciones recientes en lo referente a la visión de los perros, arrojan que estos perciben los colores en tonalidades de azul y amarillo. Pero no son capaces de distinguir bien las tonalidades de colores como el rojo o el verde. Parece poco probable que un perro pueda entender que su reflejo se encuentra en un volante o afiche.


Dentro de la comunidad científica existe un consenso de que los perros no son capaces de entender o no les importa lo que sucede con el espejo, mucho menos una fotografía. Si bien algunos juegan con su reflejo, pocos demuestran comportamientos que podrían indicar que se reconocen.
Luego de comunicarse con la familia, acordaron verse para facilitar el reencuentro. Cuando llegaron gritaron el nombre de la perrita y el animal corrió hacia ellas, emocionada. La joven tenía razón, la inteligente canina estaba extraviada y ella misma busco la manera de volver con su familia.